Se van ultimando los detalles de mi partida a la India, y es por ello que mi madre me acaba de regalar un pequeño diario, el cual ya he comenzado a escribir. Me pase lo que me pase, ya he comenzado a escribir las primeras páginas con reflexiones, poemas etc; me pase lo que me pase, siendo consciente de muchas cosas, de muchas realidades que ahora no se pueden dar, el diario esta destinado a una persona muy especial, si algo me pasara, que por favor, le sea entregado, en el diario está escrito. Huyo de esa persona, huyo de la ciudad en la que vivo, y marcho para reposar y dar descanso a mi alma, y si vuelvo...sé que ya no seré el mismo, pero y todo lo que se alberga en mi corazón es para ella con un fin de ayuda y como experiencia de un camino que estoy dispuesto a zanjar aunque sea en solitario,porque sentiré cosas muy bellas, y en soledad hallaré algo que presiento pero que no sé citar, y al menos sé, que después no habrá más continuidad en cuanto a la persona que soy, no seré el mismo, lo sé.
Esta vez si así en carne o en alma se ha de dar en donde se dicte continuidad o final terminaré en paz, feliz, y mis anhelos serán dulces esperanzas que irradiarán belleza y amor. Ya no estoy sometido a nada, no tengo lugar en esta ciudad, cada cual prosigue su camino, juntos, y a mi nadie me espera, y si me espera, ahora he de irme y enterrar un cádaver llamado Alexander, una identidad corroida, algo ajeno a una naturaleza divina. No me importa que nadie me entienda, estoy dentro pero fuera de este mundo, y si entro, será bajo la forma de luz.
Quien sabe lo que pasará en poco tiempo, si esta novela terminará felizmente, quien lo sabe, pero ahora he de irme, ¿a dónde? lejos, muy lejos de aquí, a donde la razón es una químera, y la espiritualidad una dicha.
Namaste.
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